lunes, 30 de julio de 2012

Delicatessen con D.O. Menorquí

Sigo en Menorca, fabuloso lugar si los hay.
Y ahora que tengo fecha de partida para dentro de un mes nomás, me entran más ansias de disfrutarla al máximo: de salarme, asolearme, ir a todos los faros, calas, caminatas nocturnas o diurnas, excursiones en bici y kayak, conciertos raros o esperados y sobretodo de reirme con toda la gente linda que he conocido y sigo conociendo en esta isla que no sé qué tiene pero enamora.

con Sòni en calas de la caminata de Binigaus a Cala Galdana, bajo un solako de muerte!!



Intentando desgranar el porqué de esta sensación de sentirme tan bien recibida en esta isla tan petita la primera explicación que me viene es la certeza constante de que acá todavía la gente se ayuda espontáneamente, sin pensar en futuras contrapartidas de hacer favores, haciendo que todo escollo se resuelva de una forma suave. Entonces los pequeños desperfectos cotidianos que en el marco de una gran ciudad se convierten en un desastre de magnitud tsunami, acá no pierden su dimensión de nimiedades intrascendentes.
Pero lo curioso es que esa sensación de ayuda se extiende a la isla en si, no solo a sus habitantes "humanos". Rocas porosas, agua salada,  libélulas rojas, brisa marina, bichos extraños como el grillo-topo, plantas pinchudas, noches estrelladas: todo cura y tranquiliza, y lo digo yo que soy hiperactiva a rachas!

Alrededores de Fornells, al atardecer


 Cerca de Cala Tirant por el Camí de Cavalls



Mi trabajo como voluntaria en el vivero de planta autóctona es también una especie de terapia equilibrante. Y es que entre trasplantar, seleccionar semillitas, regar (en constante lucha con la manguera que tiene tendencias a ir siempre al lado contrario al que intento hidratar) mi humor se positiviza sensiblemente. 
Luego claro, para completar están las enseñanzas del Sensei Ignasi, el responsable del lugar, con una sabiduría tan inacabable como su capacidad de trabajo!

Detalles del jardín de planta autóctona del Hotel de Son Bou

Muestra de variedades de higueras en Migjorn (y sus bichitos)

 En "Es Viver" llenando sacos de tierra con Andrew, otro voluntario

 Arriba haciendo "fruit break" - Abajo con el proyecto "Espinas para Pintxo"

Para superar males extremos como el que me dió el viernes pasado no hay nada como un baño marino con puesta de sol incluida, y si hay concierto luego ¡mejor que mejor! Que cada vez tengo más claro que la combinación "mar y música" es el cóctel que más me funciona para quitar las penas.

 Ollas de Binisafuller, gran lugar para nadar. Arriba los tortolitos - abajo yo en mi versión acuática y Sòni conjuntando turquesas


A algunos no me había dado tiempo de explicarles, pero acá servidora se bajoneó el viernes como colofón a su primera introducción en el mundo del vehículo motorizado.  A los casi 34 años, todos ellos con la bici como medio exclusivo de transporte independiente (sin contar los primeros de triciclo infantil) decidí apuntarme a una autoescuela para sacarme el carnet de moto. Y no es que fuera el de moto grande ¡no señores! era uno para conducir un humilde ciclomotor de 50cc, vehículo para el cual, según me contaron, en épocas en que la recaudación de la Dirección de Tráfico iba más holgada no se necesitaba más que hacer un trámite y ya. Pero ahora, en estos tiempos aciagos en que el robo estatal es una institución con bases sólidas, toca dar examen teórico y práctico, previo pago, por supuesto.

Después de "estudiar" poco más de una semana, rendí el teórico y salí indemne a base de memorizar respuestas de tests cuya aplicación real no acababa de entender. Pero el examen práctico fue otra historia...
Lo hice dos veces, ambas fallidas, consistiendo la prueba solo en un zig zag donde había que evitar tocar unos palitos y un tramo recto entre rayas blancas perpendiculares que fue mi talón de Aquiles.
A mi favor puede decirse que era solo la quinta vez que cogía una moto en mi vida, pero eso no me evitó el sentimiento de frustración extrema del segundo round perdido, a la vista de adolescentes con acné que aprobaban felizmente y teniendo en cuenta que la DGT cerraba todo agosto lo cual pospondría mi tercer intento hasta setiembre, cuando ya habré dejado la isla.. 

Algunos habitantes de la casa: Nilete en pose - Abajo Jordi en su mood arrocero de domingo, mmm!


Siguiendo la línea de lo esencial, el tema cilcomotor ya se está transformando en una anécdota patético-simpática, dejando espacio prioritario para otras más lindas como el momento de hacer un cangrejo gigante de arena para presentar un libro infantil (por lo cual salimos publicadas en el Diari de Menorca! jaja) o la excursión acuática en el Ruete, evento que quedará en los anales del mundo náutico!
Actividades isleñas que junto con el descubrimiento del taichi de la mano de Mitiko, las comidas compartidas escuchando historias fascinantes de Daria, la convivencia con la dulzura de Vane, las artes culinarias de Jordi y las visitas de amigas infatigables como Iron-Sòni, me hacen pensar seriamente si no será este, al fin, mi lugar en el mundo.

De visita en Cala Ratolí, si encuadran al fondo a la derecha verán el enemigo nº1 de la zona: el zodiac de 12mts del vecino que tapa las vistas!!!!
Sòni preparándose para nuestra excursión en el Ruete, desde Cala Ratolí hasta S'Altra Banda..






Aquí es donde creen que nuestra embarcación es esta bellísima de madera..
 Pues va a ser que no!! Es la chiquitita del medio!! jaja. 
Pero ojo amigos, que en esa austeridad de metros está condensada toda la fuerza del Mediterráneo y sus mujeres!!!
 Daria capitaneando y abajo el comité de bienvenida que oteaba el horizonte a nuestra espera..

 Secuencia del Cangrejo: "De la nada a Na Mordala". Todo un hito en el sand- art!!!












 Aunque de momento los vientos laborables me lleven a Girona, definitivamente Menorca y sus gentes me encantan, cada día más.

Y ya dejo, que me sino me empezaré a poner cursi..
Me despido con imagenes del camino hacia la puesta de sol en el Cap de Cavalleria.
Besos a todos!!!!




 

3 comentarios:

  1. Ay, HIJA!! cómo desearía poder visitarte en Menorca el verano próximo!! ya que éste no podrá ser; prendo vela para que vuelvas... algo habrá que se podrá hacer para lograrlo... tal como se come calafate en la Patagonia para volver siempre.
    Besos, mamá

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  2. Hola Norma,
    Pues si se trata de haber comido algo para volver a Menorca, espero haberlo ingerido en grandes cantidades.

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  3. Luuuuuuuuuuuz, oh quines ganes d'anar a ses illes i quins records d'infància!!! el plat d'arròs també ha fet molta enveja, hahaha
    nosaltres ja estem de vacances!!!!! tu perquè ja no deus recordar aquesta sensació després de tants mesos fent el tomàquet pel món però t'asseguro que és molt gratificant, i més quan al cap de 48h agafes un avió per marxar!!!! iupi!!!

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