jueves, 20 de diciembre de 2012

Apocalipsis now? Mais non a Bugarach!


No se si estaban al tanto pero resulta que mañana (u hoy o ayer, depende de cuándo lean esto) se acaba el mundo. Hablan de que si una profecía maya, una alineación de planetas y otras señales que indican The End, my friends.
Hasta ahí andaba yo enterada de la cosa.

De lo que no tenía ni idea es que acá a menos de 200kms de Girona hay un pueblito francés que resulta puede ser uno de los pocos lugares que se salve ¡¡si no el único!!
Bugarach se llama, y menos de 200 habitantes tenía antes de su salto a la fama gracias a su condición de "lugar elegido". 

Y es que ahí es donde fui el lunes, acompañando al novio de una amiga que tenía que llevar material para unos colegas que estaban filmando un documental, en una inmejorable oportunidad para inaugurar mi nuevo período de desempleada.

Antes de salir busqué algo de info en internet, y entonces la historia se aderezaba con la venida de ovnis salvadores, la movilización del gobierno francés para controlar posibles sectas que induzcan a un suicidio colectivo y demás noticias, a cual más flipante.

el fondo, el Pic de Bugarach, de mañanita

Íbamos entonces bastante motivados, pensando encontrar una pila de esotéricos, iluminados, neojipis y demás habitantes de esta gran comunidad de alternativos que tan en boga está en Occidente..
 
Pero va a ser que no. Bugarach nos recibió a priori como un pueblito silencioso, con su correspondiente iglesia y escasa gente por sus calles. -Buenoooo, será porque es de noche- pensé..
Para compensar, la recepción nocturna que nos dieron los del docu fue llena de risas y anécdotas, regadas de alcoholes y quesos varios.

Al día siguiente nos tocaba acompañar a parte del equipo a rodar a casa de un personaje que vivía en las afueras. Una especie de loco tranquilo que esperaba que vinieran los ovnis, con toda la calma del mundo. Tenía dispersos por todos los alrededores de su casa una especie de altares rarunos hechos con muñequitos, budas, restos de cosas varias y rocas, que le daban a la entrada un aspecto siniestramente kistch. 
El tipo vivía en una casucha vieja de piedra, que se caía de mugre, no tenía baño, pero eso si ¡con interné y teléfono!!
Joder ¡ya no se puede creer en nada! pensé yo, ya rozando la indignación.
Solo falta que twitee el apocalipsis y entonces consideraré seriamente que estamos perdidos de verdad!!!

detalle de la decoración de la casa del perchon.
 
Y ahí pasamos el día, viendo cómo va un rodaje, un mundo desconocido para mi pero que me pareció altamente interesante. Aunque eso si, hay que armarse de paciencia porque las cosas van insuperablemente leeeeeeeeentas.

Cuando volvimos al pueblo a la tardecita se notaba más movimiento, en parte dado porque ya empezaba el despliegue de la gendarmería francesa que cortaba el acceso al pico por "motivos de seguridad". 
A la masa de gendarmes le seguía en cantidad  la de periodistas, que yo creo se hacían entrevistas entre ellos porque tanto los fanáticos esotéricos como los lugareños brillaban por su ausencia..

tomas del making of

 Abajo, uno de los dires con el personaje. ¿Cuál de los 2 está más loco? Tengo mis dudas..

Nosotros teníamos que volver, a mi me esperaba la burocracia del desempleo, y a Pep su familia. Así que previa compra obligada de queso,  tiramos de vuelta para Girona.

Dos días después todavía me pregunto: ¿puede ser que la gente vaya con el tiempo justo a todo, incluso a su posible salvación ante el fin del mundo?? 
¿Estarían ya abunkerados en algún punto secreto, solo conocido por los elegidos? 
¿Habría visto de verdad luces verdes el cámara gallego, según contó? No hay respuestas..

Por si acaso yo publico hoy, no sea que mañana se acabe todo y me quede sin internet!



domingo, 16 de diciembre de 2012

La insoportable sensación de acabar

Se acabó, así, insoportablemente rápido.
Pasó como un parpadeo y ya está, c'est finie.

No más obras todos los findes, excels de transfers, cambios de rooming, combates los lunes, entregas de monas a los estrenos con su correspondiente tarjetón indescifrable.. 
No más carril bici entre Girona y Salt, y ruta por las huertas de regreso, con la sensación siempre de haberme teletransportado a otro continente. 
No más fiesta entre semana, a contramano del resto, pero con esa sensación de expcionalidad que daba el cruzar ociosa los puentes gironins en martes, sin nada especial que hacer del otro lado, porque sí.

Pero también no más curiosidad de ver cómo se transformaban arriba del escenario todo lo que hasta entonces había sido solo palabras, incomprensibles listados de material técnico y alguna que otra foto.
No más risas en la oficina, con monstruos, explosiones de histeria colectiva y yogui tea, compartiendo nuestro racó zen con Aubergine en medio de orgías de chuches, patatas fritas y coca-colas.
No más comentarios sagaces del primer jefe de mi vida que admiro y respeto, profesional pero sobretodo humanamente.

Terminó el Temporada Alta y creo que nunca me dio tanta pena irme de un lugar, y eso que dejé un país, un par de trabajos y algún que otro hombre.. 
¿Será que me hago mayor y sensiblona por partes iguales?
Probablemente.

Pero ahora mismo mentiría si no dijera que estoy deseando que llegue el otoño otra vez, y vuelva sorprenderme con tantas obras y gente linda como este. 
 
Gracias a todos! Luz

pd: a modo de regalo de no-despedida, un comic más (aun a riesgo de que me odien por saturación!) y una cancioncita de Kevin Johansen que siempre me da buen rollo.

Kevin Johansen - Guacamole



domingo, 28 de octubre de 2012

Epifanía contemporánea: un Hamlet lituano en Salt

Que en este nuestro ancho mundo hay muchos mundos ya lo sabemos de sobras. Pero la cantidad que coexisten apelotonados entre Girona y Salt no deja de fliparme.

Ayer empecé la tarde cubriendo Forever Young, un musical de estética más que dudosa producido por una compañía catalana famosa: El Tricicle. Sello que equivale a éxito asegurado, como mínimo en Catalunya.
Hacían 5 funciones en 3 días, todas a sala prácticamente llena en el Teatro Municipal, el recinto más grande que hay en el festival (casi 600 butacas). A su favor solo diré que no cantaban mal (me abstengo de hacer la lista de la contra).
El público era mayoritariamente de señoras y señores de 60 años de media que reían de unos chistes que a mi me dejaban a veces inmune y otras un poco avergonzada. Gente con look dominguero, portadores de un humor festivo acorde con el ambiente que se vive este fin de semana en Girona: estamos de Fiesta Mayor, mañana es Sant Narcís, el patrono de la ciudad, al que imagino jubiloso de ver a su rebaño tomando cubatas en las barracas, entre correfocs, castellers y pregones, para recordarlo como merece (moscas incluidas!).

Sin margen de tiempo para digerir la 1h 40m de espectáculo me fui a golpe de pedal al Teatro de Salt. Ahí me esperaba una versión de Hamlet del director lituano Oskaras Korsunovas, del que me habían hablado más que bien.
Solo se hacía una función, el recinto era mucho más chico (200 y pico) pero estaba lleno también. El público era radicalmente diferente: reconocí varias caras que antes había visto actuando en obras catalanas (el Cyrano de Broggi estaba 3 butacas más allá de la mía), aparte de la cúpula del festival a pleno.
En contraposición a las risas que generó la obra previa, esta arrancaba poniéndote los pelos de punta, producto de los gritos que proferían 9 lituanos sentados frente a sendas mesitas con espejos, espetando a sus reflejos un desesperado ¿quién sos???
Mientras hacía la cerveza en el entreacto (la obra duraba 3 hs y cuarto) no dejaba de sorprenderme con el hecho fabuloso de estar viendo un Hamlet en lituano (con subtítulos en catalán, of course) en Salt. Solo por haber logrado algo así ya me saco el sombrero para con mis actuales jefes. 
Porque para los que no lo saben, Salt es algo así como los suburbios de Girona. Aunque siempre fue otro pueblo con su Ayuntamiento e identidad propias, marcada por huertos y el cauce del río Ter, al tener un número altísimo de inmigrantes no deja de ser considerado off de record con un cierto desdén (o como mínimo es mi sensación, a mes y medio de vivir en Girona y trabajar con base en Salt). 
La inmigración original de andaluces y extremeños que vino a trabajar en las fábricas textiles de la época industrial dio paso a una nueva oleada de foráneos, mucho más diversa y, por ende, más difícil de aceptar. Por las calles saltencas se ven tanto hombres barbados con sus chilabas como esbeltos africanos vestidos de los colores más extravagantes, chinos con sus respectivas tiendas, chicas con velo al lado de latinas marcando curvas.. de todo un poco, vamos. 
Y ahí, en medio de ese Salt, se hacía un Hamlet en lituano. Austero en elementos escénicos y a la vez potentísimo en actuación.
Casi agresivo por momentos, pero sin ser soez.
Un Hamlet que te recordaba que podías elegir entre dormir para siempre, con suerte soñar o actuar y rebelarte. Aceptar que con la que está cayendo, tenemos que estar agradecidos de lo que tenemos o pensar que estamos en la encrucijada justa para cambiar esquemas y tirar por otra vía. 
Buen momento para esas reflexiones, pensaba yo.
...
A la salida había copa de cava, cortesía de un sponsor. Yo charlé con colegas de la obra, saludé al director y a los actores (siguiendo los impulsos del gen Risso) y volví a agarrar la bici dirección Girona. Feliz por haber tenido la oportunidad de ver esto, de trabajar ni que sea por 3 meses con teatro, de que la lluvia haya amainado y me dejara volver tranquilamente en bici a casa.

Pero hoy es domingo, día aciago si los hay, y pienso que muy bonito todo, pero que en el público no había ninguna cara negrita, aceitunada, morenaza o chinurri. Seguía siendo esto una burbuja, un mundo más dentro de un Salt que estaría en parte en las barracas tomando birras, en parte mirando el Barça-Rayo Vallecano y en parte con sus familias en casa o en alguna esquina vendiendo hachís para sacarse unos euros ¡quién sabe!

Conseguir llevar estas obras ahí es un logro, no cabe duda. Pero falta llevar al público de ahí a verlas.
Queda muuuuucho camino todavía para la integración de este puzzle postmoderno.
Pero ¿cómo se consigue eso?? Creo que that is the question.


sábado, 27 de octubre de 2012

Antònia Font: ciclistas al poder!

 
Uno de los pocos shows de música que se hacen en el festi fue ayer, con mis mallorquines más amados: los Antònia Font.

Llegar a l'Auditori y ver que las bicis han copado el escenario ya fue una alegría.
Constatar que no son unos creídos a pesar de tampoco prodigarse en sonrisas, otra.
Lograr sentarme con relativa tranquilidad a escuchar esa especie de haikus sonoros que se han creado ¡definitivamente un logro!

3 imagenes de la diva, esperando la entrada de su público..









  Abajo, la batería en segundo plano, que creo está un poco envidiosa de "la nueva"
 

El último álbum Vostè és aquí está compuesto de mini canciones que duran un minuto y medio aprox. Para mi nada fácil como planteo de directo porque requiere un atención enoooorme del público. Piensen que a la que entrás en la canción de repente pam: ¡sanseacabó! Y no solo eso sino que ya está empezando otra, radicalmente diferente en cuanto a sonoridad, que para cuando asimilás otra vez, kaput: ¡siguiente! 
Vale que a mi personalmente me cuesta decodificar estas cosas tan fugaces, tan alejada como estoy de los mundos de twiteros, feisbuks y cosas de esas. Pero aún costándome (y pensando que ya degustaría el cd con tranquilidad en casa) me gusta que se arriesguen a hacer algo diferente y no se queden en lo de siempre que ya saben les funciona. 

De todas formas hay que reconocer que ya tienen mucho ganado. El público empezó entregado, intentando seguir el ritmo desde la primera canción (ritmo que se notaba muchas veces desconocían ampliamente!!). Y al final aplaudió tanto (a pesar que el sonido no era glorioso, tot s'ha de dir!) que los músicos tuvieron que bajar de los camerinos -el cantante con el bocata en la mano- a hacer Clint Eastwood, hit del cd anterior, completamente fuera de programa porque no pega nada estilísticamente. 
Pero la gente no quería irse, así que al finar tuvieron que salir a firmar y todo..



Abajo el momento de gloria: divo y diva together! Aunque mi ídolo real, Joan Miquel Oliver (el peladito de arriba) se mantenía en un humilde segundo plano

 Servidora hasta la 1 de la matina no salió del Auditori (cosa que por suerte en el teatro no pasa!!) pero contenta de haber visto entre bambalinas a sus estimats illencs. O sigui que: "Antònia Font, GRACISSSS!!"

Y eso, crónica de sabatina servida. Les dejo las letras de la oda surrealista a los ciclistas, y el link para quien no conozca y se anime a adentrarse en las galaxias de estos mallorquines astronautas. 

Som jo amb sa bicicleta que faig rodar es Planeta
som jo com una fletxa si veus passar una estela, 
sa calma de novembre, la mar una bassa d'oli
només veig ties bones i morques de petroli.
Vaig esquivant pedretes, sotracs i clavegueres, 
com una formigueta empenc sa geosfera, 
una hora dins Angola, mitja hora Filipines, 
m'odien es taxistes, ses velles peatones.
Per jo i tots es ciclistes
que amb una bicicleta fan circular ses coses, 
aquesta melodia, aquestes quatre notes.

http://www.youtube.com/user/antoniafontvideo


pd: Y aquí mi Puri, orgullosa aún a pesar del óxido producto del abandono en balcón de casi año y medio, feliz de estar otra vez de vuelta a la rueda, haciendo crujir hojas y reventando charcos de agua entre Girona y Salt!

miércoles, 24 de octubre de 2012

Hans was Heiri

 
Hans was Heiri: para mi, hasta ahora, el bombón del festival.
Compañía con base en Suiza pero multiculti.
Teatro sin texto pero que dice mucho.
Música, movimientos y un bicho escénico increíble.
Pasen y vean, una video vale más que mil millones de palabras en este caso:

http://www.youtube.com/watch?v=LDE4SRZxVV0&feature=player_embedded


pd: las 2 fotos no son mías como imaginarán, que me embobé con ellos por todo lo que duró el show. Solo estas bambas que me esperaban en el backstage, antes de los ensayos..


domingo, 14 de octubre de 2012

Otoño teatral

Llueve en Girona y yo estoy a un rato de irme al teatro. Es el segundo fin de semana de festival.
Las gotas que caen me transportan al pasado otoño japonés y vuelvo a ver el impresionante color del cielo antes del tifón, los bambúes moviéndonse... ayyyyy la nostalgia ¡qué mala es!! 
Pero acá y ahora es el teatro. Mucho y bien variado. Y no será un tifón asiático, no ¡pero remueve bastante!

Arrancamos la semana pasada con un MacBeth que a pocos días del estreno perdió de repente sus vocales, quedándose en un pelado MCBTH, último paso hacia su definitiva introversión. Suerte que había aprovechado para leerme la obra, pero ni aún así pude saborearla como esperaba. El universo de Rigola está fuera de mi comprensión (de momento!). De todas formas daba igual porque para mi era el pistoletazo de salida de un festival que estaba deseosa que empezara a materializarse. 
Al día siguiente me tocaba una argentina.. La primera obra en agotar entradas de todo el festival (todo sea dicho: programada en una sala pequeña) llamada Los Talentos. Buenos actores, un texto plagado de referencias literarias y un despliegue del savoir faire argento hilvanando diálogos frescos y ocurrentes, que como descubrí hacen las delicias del público gironí.
Al tercer día el rumbo cambió radicalmente y casi sin darme cuenta me subí al vapor que surcaba el río Congo, de la mano del texto de Conrad El corazón de las tinieblas, absolutamente hipnotizada por un actor belga que solo ante el peligro nos relataba su infructuosa búsqueda del Sr Kurtz, solo acompañado de pantallas que nos sumían poco a poco en la densidad de la selva. Y acá me saco el sombrero porque debo decir que fascinar a un público que tiene que leer subtítulos durante casi 2 horas porque la obra está en neerlandés ¡no es moco de pavo!

Comida dominguera mediante entré en un mundo de violencia y amores truncados. Incendis: versión catalana de mi querido Oriol Broggi de un drama de horrores de guerra del libanés-canadiense Wajdi Mouawad. Otro mundo, un puñado de actores que saltaban de una generación a otra y de un personaje a otro ágiles como gacelas. La emoción del público que sostuvo un aplauso largo y de pie no dejó de sorprenderme. Es buena, vale, pero ¿taaanto? A mi su Cyrano me gustó mil veces más, y nadie la aplaudió con ese fervor..  No quiero sacar una conclusión simplista de que a la gente le encanta el melodrama alla griega, pero no sé qué pensar..

Para rematar ese primer round me tocó lidiar con el primer combate del II Torneo de Dramatúrgia Catalana. Una cosa que se inventaron el año pasado y tuvo tanto éxito que este año empezaron a sala llena. Dos textos encargados siguiendo unas líneas concretas a dos dramaturgos catalanes, de diferentes hornadas. Dos actores x texto, que no pueden conocer al dramaturgo hasta el mismo día del combate y con el que tendrán escasas 3 horas para preparar su lucha. El público ve por la módica suma de 1€ los dos pases sin saber de qué autor es cada texto y luego vota su favorito, que así pasará a la semifinal, y de ahí con suerte a cenar al Celler de Can Roca, el premio del ganador de la final. Otra vez quedé sorprendida por la reacción del público, que parecía deseoso de sangre y votación aniquiladora.

Y así quedé medio zumbada entre tanto traqueteo escénico.. Mis sueños nocturnos se multiplicaron y enrocaron de manera increíble, y la sensación de irrealidad se agudizó por el hecho de tener fiesta entre semana (aunque reconozco que poder ir a comprar al mercado y que no hayan multitudes ¡es un luju!).

....

Tengo la extraña sensación de que aun habiendo pasado de moverme entre países primero, después dentro de una islita de 45 kms de ancho, y ahora solo pedaleando entre 5 recintos de Girona y Salt, sigo viajando.
¿O tal vez sea simplemente una estratagema mental para no caer en la rutina gris y su tendencia devoradora de toda chispa de curiosidad? No lo sé, pero tal vez también por eso mismo sigo escribiendo.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Tiempo: to be or not to be

 
"Nosotros somos el tiempo" me dijeron hace poco y sigo dándole vueltas a la idea.
No tanto porque me preocupe su paso (¿mis pasos?) ahora que acabo de cumplir 34 primaveras, sino porque nunca dejará de admirarme su elasticidad, su capacidad de plegarse de formas insospechadas dependiendo del momento. 
Y no es que crea que tenga yo esas cualidades fabulosas pero si que en ciertos momentos como esta tarde de domingo repasando cosas de mi pasado "reciente" algunas parecen espejismos salidos de las Mil y Una Noches.
Búhos desplegando sus alas recién estrenadas, asombrados de su novedosa libertad; barro por doquier mientras construíamos casas de tortugas; baños nocturnos con noctilucas que nos sonreían desde el agua; una casita blanca coronada por una estatua gatuna y banda sonora de rebuznos de los burros vecinos.. ¿Un mes como mucho de todo esto? Menos, sin duda. Pero desde mi acá y ahora parece definitivamente increíble.


bichos del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre: abajo las casitas nuevas para las tortugas y Fausto, el líder indiscutible de la troupe tortuguil!
 Arriba los búhos expectantes en su día de liberación, aunque sus miradas uno no sepa bien lo que quieren decir! Abajo desde donde despegaron vuelo..


 Acá ya ni se los ve! Ya sé que creen que exagero pero les aseguro que ver esto es de lo más emocionante que hice..

Ahora de repente, como en las óperas, la escenografía cambió radicalmente: donde había un mar con reflejos dorados hay el cauce de un río semi-seco, las casas encaladas dieron paso a las de piedra, los acebuches retorcidos a una devesa de plátanos altísimos, y en lugar de carreteritas sinuosas  hay puentes por doquier. Las que siguen impasibles, como siempre, son las iglesias.
¡Benvinguts a Girona!
Los actores también mutaron: tengo jefes, compañeros y una oficina con horarios que cumplir, un compi de piso belga al que voy conociendo poc a poc y que no deja de sorprenderme, y antiguos conocidos que me encuentro en lugares que parecen fuera de lugar, valga la redundancia.
Mi vida rebosará de teatro por unos meses, con lo cual lo irreal será real o viceversa, y entonces no sé si tendré tiempo de darme cuenta de nada, de que otra vez  empiezo todo: casa, curro, gente.
El tiempo pasa, yo paso. Solo me pregunto si volverá a llegar el momento que en lugar de pasar, me quede en un lugar. ¿O este semi-nomadismo me conquistará para siempre? ninuninu

Los dejo con mi burrito favorito, de momento no tengo fotos gironinas porque esto de currar no me deja tiempo pa los vicios, pero todo llegará!







lunes, 30 de julio de 2012

Delicatessen con D.O. Menorquí

Sigo en Menorca, fabuloso lugar si los hay.
Y ahora que tengo fecha de partida para dentro de un mes nomás, me entran más ansias de disfrutarla al máximo: de salarme, asolearme, ir a todos los faros, calas, caminatas nocturnas o diurnas, excursiones en bici y kayak, conciertos raros o esperados y sobretodo de reirme con toda la gente linda que he conocido y sigo conociendo en esta isla que no sé qué tiene pero enamora.

con Sòni en calas de la caminata de Binigaus a Cala Galdana, bajo un solako de muerte!!



Intentando desgranar el porqué de esta sensación de sentirme tan bien recibida en esta isla tan petita la primera explicación que me viene es la certeza constante de que acá todavía la gente se ayuda espontáneamente, sin pensar en futuras contrapartidas de hacer favores, haciendo que todo escollo se resuelva de una forma suave. Entonces los pequeños desperfectos cotidianos que en el marco de una gran ciudad se convierten en un desastre de magnitud tsunami, acá no pierden su dimensión de nimiedades intrascendentes.
Pero lo curioso es que esa sensación de ayuda se extiende a la isla en si, no solo a sus habitantes "humanos". Rocas porosas, agua salada,  libélulas rojas, brisa marina, bichos extraños como el grillo-topo, plantas pinchudas, noches estrelladas: todo cura y tranquiliza, y lo digo yo que soy hiperactiva a rachas!

Alrededores de Fornells, al atardecer


 Cerca de Cala Tirant por el Camí de Cavalls



Mi trabajo como voluntaria en el vivero de planta autóctona es también una especie de terapia equilibrante. Y es que entre trasplantar, seleccionar semillitas, regar (en constante lucha con la manguera que tiene tendencias a ir siempre al lado contrario al que intento hidratar) mi humor se positiviza sensiblemente. 
Luego claro, para completar están las enseñanzas del Sensei Ignasi, el responsable del lugar, con una sabiduría tan inacabable como su capacidad de trabajo!

Detalles del jardín de planta autóctona del Hotel de Son Bou

Muestra de variedades de higueras en Migjorn (y sus bichitos)

 En "Es Viver" llenando sacos de tierra con Andrew, otro voluntario

 Arriba haciendo "fruit break" - Abajo con el proyecto "Espinas para Pintxo"

Para superar males extremos como el que me dió el viernes pasado no hay nada como un baño marino con puesta de sol incluida, y si hay concierto luego ¡mejor que mejor! Que cada vez tengo más claro que la combinación "mar y música" es el cóctel que más me funciona para quitar las penas.

 Ollas de Binisafuller, gran lugar para nadar. Arriba los tortolitos - abajo yo en mi versión acuática y Sòni conjuntando turquesas


A algunos no me había dado tiempo de explicarles, pero acá servidora se bajoneó el viernes como colofón a su primera introducción en el mundo del vehículo motorizado.  A los casi 34 años, todos ellos con la bici como medio exclusivo de transporte independiente (sin contar los primeros de triciclo infantil) decidí apuntarme a una autoescuela para sacarme el carnet de moto. Y no es que fuera el de moto grande ¡no señores! era uno para conducir un humilde ciclomotor de 50cc, vehículo para el cual, según me contaron, en épocas en que la recaudación de la Dirección de Tráfico iba más holgada no se necesitaba más que hacer un trámite y ya. Pero ahora, en estos tiempos aciagos en que el robo estatal es una institución con bases sólidas, toca dar examen teórico y práctico, previo pago, por supuesto.

Después de "estudiar" poco más de una semana, rendí el teórico y salí indemne a base de memorizar respuestas de tests cuya aplicación real no acababa de entender. Pero el examen práctico fue otra historia...
Lo hice dos veces, ambas fallidas, consistiendo la prueba solo en un zig zag donde había que evitar tocar unos palitos y un tramo recto entre rayas blancas perpendiculares que fue mi talón de Aquiles.
A mi favor puede decirse que era solo la quinta vez que cogía una moto en mi vida, pero eso no me evitó el sentimiento de frustración extrema del segundo round perdido, a la vista de adolescentes con acné que aprobaban felizmente y teniendo en cuenta que la DGT cerraba todo agosto lo cual pospondría mi tercer intento hasta setiembre, cuando ya habré dejado la isla.. 

Algunos habitantes de la casa: Nilete en pose - Abajo Jordi en su mood arrocero de domingo, mmm!


Siguiendo la línea de lo esencial, el tema cilcomotor ya se está transformando en una anécdota patético-simpática, dejando espacio prioritario para otras más lindas como el momento de hacer un cangrejo gigante de arena para presentar un libro infantil (por lo cual salimos publicadas en el Diari de Menorca! jaja) o la excursión acuática en el Ruete, evento que quedará en los anales del mundo náutico!
Actividades isleñas que junto con el descubrimiento del taichi de la mano de Mitiko, las comidas compartidas escuchando historias fascinantes de Daria, la convivencia con la dulzura de Vane, las artes culinarias de Jordi y las visitas de amigas infatigables como Iron-Sòni, me hacen pensar seriamente si no será este, al fin, mi lugar en el mundo.

De visita en Cala Ratolí, si encuadran al fondo a la derecha verán el enemigo nº1 de la zona: el zodiac de 12mts del vecino que tapa las vistas!!!!
Sòni preparándose para nuestra excursión en el Ruete, desde Cala Ratolí hasta S'Altra Banda..






Aquí es donde creen que nuestra embarcación es esta bellísima de madera..
 Pues va a ser que no!! Es la chiquitita del medio!! jaja. 
Pero ojo amigos, que en esa austeridad de metros está condensada toda la fuerza del Mediterráneo y sus mujeres!!!
 Daria capitaneando y abajo el comité de bienvenida que oteaba el horizonte a nuestra espera..

 Secuencia del Cangrejo: "De la nada a Na Mordala". Todo un hito en el sand- art!!!












 Aunque de momento los vientos laborables me lleven a Girona, definitivamente Menorca y sus gentes me encantan, cada día más.

Y ya dejo, que me sino me empezaré a poner cursi..
Me despido con imagenes del camino hacia la puesta de sol en el Cap de Cavalleria.
Besos a todos!!!!