domingo, 21 de agosto de 2016

Vacaciones de go with de flow

Vacaciones: concepto bastante amplio dependiendo del usuario. Normalmente en mi caso se traduce a agarrar la mochila y salir a descubrir. Pero como todo,  esto también cambia amigos!
Y creo que definitivamente estas han sido las vacaciones más go with de flow de mis últimos años: con un itinerario generado solo en base a la gente que iba a visitar, cero información de las zonas a las que iría, dejándome llevar nomás como una marquesa ahí donde me sugirieran..
Y no vean lo bien que sienta el no organizar nada!!!

Abruzzo: camino a Roccamorice

Ermita Santo Spirito

El punto de partida fue el Abruzzo, para conocer a Alberto -el fidanzato de Pao- originario de San Salvo. La región me sorprendió gratamente con una mezcla de colinas verdes salpicadas de pueblitos donde la gente hace vida en la plaza mayor, y el Adriático lamiendo sus costas sembradas de ombrellones. Días de picnics playeros con la sandía como reina indiscutible, birretas con italianos a cual más simpático, tast de arrosticini y un fabuloso concierto del gran Vinicio Capossela para rematar.

Playa de Punta Penna

Escenas de playeros d.o. Italia!




 Vinicio...grandeeeeeeee!!!
Arrosticini, carne di pecora (buona!)

Desde ahí, autostrada mediante, subimos a Lombardia, a lo de los papis de Pao. Cambiamos mar por lagos envueltos de zonas industriales.  Aparte de la gran cucina de Carmela degusté el Laco di Como, con un aire muy suizo ya, y con el plus de saborear el mejor helado de la temporada: pistacchio di Bronte e ficchi, mamma mia che buono!!!

Preparando tortarelle, nyam!

A Como: vistas desde el funicular, arte contemporáneo and love!


Tren gracias cambié de etapa, destino final a Eraclea para encontrarme con la primera Lucchetta -Luana- con quien nos iríamos a Croacia en coche.
Como mi tren pasaba por Venezia no pude evitar el capricho de regalarme una horitas de caminata por La Sereníssima. Igual que dos años atrás no puedo negar que a pesar de ser carne de turistas pasear por sus callejuelas cruzando puentecitos inesperados y canales ovunque, Venezia me produce un placer que roza el goze místico. Creerán que exagero... pero no!!!

La Serenissima: belleza e buon caffè
 

Otro tren y cambio totalmente de tercio: me planto en una casa en medio del campo de la familia Lucchetta, antiguos contadinos que todavía mantienen una viña cuidada por un tío y algo de huerto y frutales. Como siempre, la hospitalidad italiana desborda en comidas copiosas, charlas y esa gustosa sensación de que a pesar de acabar de conocernos me hagan sentir como en casa.
Habiéndonos conocido con las Lucchetta sisters en Camboya hace medio año, no deja de ser extraño el vernos bajo un cielo europeo. Pero creo que es uno de los regalos de viajar: lo azaroso de la gente con la que te encontrás, y el regalo de un reencuentro en otro viaje.

De camino a Eraclea..


Provisiones de Can Lucchetta, 100% natural!
Autostrada di nuovo y partimos para Trieste a recoger a la otra sorella Lucchetta, Chiara. Passegiatina por la ciudad que tanto añora mi amiga IronSòni, que se mostró de una curiosa mezcla libresca, anarquista y severa a la vez. Aunque solo fue un touch porque salíamos de madrugada así que, tendré que volver!

 Flashes Triestinos

3



De madrugada, para evitar aglomeraciones automovilísticas, emprendemos camino a tierras dálmatas: la isla croata de Dugi Otok nos espera, destino original de mis vacaciones amplificadas por desvíos amistosos.
Cruzar Eslovenia, subir y bajar montañas y temperaturas, tomar un ferry y de repente plaf: otro universo. Un mini mundo con olor a salvia salvaje mechada de romero e hinojo, emparchada con rocas escarpadas y atravesada por una única carretera que indefectiblemente nos acaba depositando frente a un mar que quita el aliento con sus mil tonalidades oscilantes entre el verde y el azul..

Nuestro traghetto para cruzar a Dugi Otok

Ya en la isla..
 Playa de Veli Zal: nuestro personal paradise!


Faro de Veli Rat

 Nuestros aperitivos terraciles en Sali

Y acá ya no soy marquesa, dejo de ser. Sólo soy cuerpo que se deja transportar y cuya única dedicación es absorber sol, nadar y respirar esta isla que el azar me regala estos días. El melón y el agua nos acompañan para no morir por exceso de placer en este lugar que tan propicio sería también para dejarse ir..
Pero un día de repente toca deshacer lo andando y volver atrás: ferry, autostrada, Eslovenia y Trieste. Un avión y ya Barcelona , un par de trenes y entonces Girona de nou.

Caminata en el Parque Natural Telasçica


Vistas de Sali desde el agua

Delfincitos!!! Abajo primera parada a nadar durante mini navegación por las islas Kornati

Nuestro restaurant, como se ve había overbooking!

Arriba nuestro barquito. Abajo el hijo de los del restaurant con sus gatunos
 

El capitano!
Peixitos y más peixitos!

Yo meditando sobre cómo conseguir un barco para navegar por meses..

Girona me recibe calurosa, con sus patos del Onyar que disfrutan s'horabaixa, y las ganas de abrazar a los amigos que pareciera hace siglos que no veo.
Pero me pregunto, ¿por cuánto tiempo se puede vivir en el paraíso? Porque yo creo que un poquito más hubiera aguantado!!!



3 comentarios:

  1. Qué lindo relato prima! Divinas vacaciones que te sorpenden a diario! A seguir disfrutando, no planeando y relatando! Besos grandes

    ResponderEliminar
  2. Como es posible que eso se haya acabado tan pronto?! Yo también vuelvo a la realidad esta noche :(
    Buenísimo relato!

    ResponderEliminar
  3. Luz, me encanta leerte, me transportas a esos parajes que desconozco pero empiezo a conocer gracias a tus relatos, el olor a salvia, romero, aperitivos a pie de mar, nadar, peces, paraíso total, cuando quieras me llevas contigo! Besos y gracias.

    ResponderEliminar