miércoles, 15 de enero de 2014

Firelucheada

No puedo, definitivamente. Con la cabeza todavía sobrevolada por los sonidos fabulantásticos del concierto de anoche es prácticamente imposible ponerse estudiar sobre alumbrados y uso de carriles. No way.

Y es que ver en directo a la Orquesta Fireluche es una de esas cosas que reconcilian, con todo. Pero que a la vez te dejan la cabeza lleniiiita de pájaros (cosa que tampoco va mal, de tanto en cuando).
Es un concierto de esos de los que salís con una sonrisa, que después de un rato nomás te das cuenta de que la llevás enganchada a la boca casi desde el minuto cero, si entraste sin remilgos en ese mundo mágico que ellos crean como buenos artesanos.

Cierto es que a pesar del resfriado yo iba bien predispuesta (su último cd "Tants caps tants joguines" está rayado ya de tanto escucharlo -si, ¡todavía escucho de cds!). Pero igual todó ayudó bastante.

El marco era perfecto: una sala chiquita donde el público cercaba a los músicos por 3 costados (los de la fila 1 podían tocarlos casi estirando la mano).
El escenario convertido en un océano de instrumentos de colores, formas y texturas varias: los infatigables aliados de estos músicos-navegantes de tierra firme. Aguas pobladas de pianitos, guitarritas y un séquito de juguetes diversos; más violines, flautas, xilofones, castañuelas y otros instrumentos de los de  "verdad" (incluido uno mongol, creo!); y chapoteando alegremente entremedio un número indescrifrable de objetos varios que iban desde percheros y máquinas de escribir hasta potes de mermelada, individuales con textura rasgable y cosas que ni siquiera llegué a entender bien bien qué eran. Y es que el mago de los objetos rarunos no dejaba de revolver y sacar cosas de una maleta/chistera que desboradaba misterios sonoros (¡hubiera muerto por curiosearla con tiempo!).

Y si a este universo le sumamos la fauna invitada que vino a cantar, qué más pedir.. 
Abrió Enric Casasses con su voz de rapsoda setentero y cerró Pau Riba el Grande, con mi tema favorito "Nina de Miraguano", una delicia sin necesidad de regla alguna.
Entremedio, un desfile de personajes bien dispares pero a los que sin embargo se los veía y sentía firelucheando a gustísimo: Tom Hagan & Joan Colomo a lomos de un elefante de una graaan trompa; los Anímic bordando el onirismo con un tren que no dejaba de pasar por la arena; Ivan Telelefunken -surrealista per se- tocando a 4 manos la historia de Errol Flynn y su pajarito; Mazoni & Víctor Galán rapeando como robots; Marc Parrot xilofoneando.. 

Y llegó un punto en que todo ese caos generaba tanta luz y te hacía sentir tan bien que era como nadar en esas tardes de verano en que afuera ya se pone fresco pero el mar está tan rico que una querría tener branquias y así no tener que salir nunca más del agua.
Un gusto poder sentirse chico otra vez, y tener como máxima preocupación pensar en ¿a qué voy a jugar?

a los que no los conozcan, un par de videitos:
Nina de Miraguano - Pau Riba
O elefante - Tom Hagan & Joan Colomo

Y si quieren un tastet de directo, Palpita!! Orquestra Fireluche

1 comentario:

  1. Marita: ¡¡Bellísimo!! una suerte de Les Luthiers... pero en serio! La próxima vez que los visite quiero verlos. Felicitá al Carles de mi parte...
    mamá

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