miércoles, 4 de diciembre de 2013

Desquicio al cuadrado o surrealismo potenciado: últimas semanas de festival

Que para una obra te pidan conseguir cucarachas de una marca y medida específica ya no es de lo más usual, pero bué, se acepta porque la creación contemporánea, ya se sabe..
Pero que la empresa proveedora del insecto en cuestión te time ya es como un poco más surrealista, aparte de vergonzoso..
Y fue con este desaguisado cucarachil que arrancó la semana pasada, la de mayor condensación de obras por metro cuadrado de todo el festival.

Era la mañana del miércoles, la obra se estrenaba el jueves a las 21h y viendo que las horas pasaban y los de la empresa de alimento vivo a quienes habíamos pagado por adelantado no daban señales de seguir con vida tuvimos que accionar el Plan B. Gracias tengo que dar a mis amigos veterinarios, no solo grandes organizadores de excursiones naturalistas y comilonas, sino también ágiles para resolver este tipo de inusual problema.
Finalmente habemus cucarachas (D.O. L'Hospitalet) pero ¡oh, no! cuando abren la caja los de la compañía a la mañana siguiente -el plan B se había concretado casi de noche- las dimensiones de los bichejos no eran lo suficientemente grandes. Ninuninu. Nuevo pedido al canto (necesitamos 400 cucarachas más por favor, si, somos los mismos de ayer, si,..). y por fin al tercer intento el director quedó satisfecho con la imagen que daban las recién llegadas actrices, desembarcando en Salt tras el primer viaje en furgo de su vida.

Solventado el incidente entré directa a la vorágine del fin de semana de los Programadores, en el cual vi 14 obras en 3 días mientras cumplía mis funciones de acompañante-proveedora de entradas-pastora de los visitantes.
Aunque ya lo había hecho el año pasado -y disfrutado- esta edición se me hizo más pesada, imagino que porque el cansancio acumulado también es más alto. Pero como mi avidez teatral es más alta aún, por supuesto entré a verlo absolutamente to-do!!
Debo decir que realmente alucino de la capacidad de deglución de esta gente, porque a mi me costará meses absorber todo lo que vi y sacar alguna conclusión.. 
Sin embargo como el gen Risso de retransmitir cosas que me emocionan es más fuerte, hago a continuación un listado esquemático de lo que más me motivó, por si en sus caminos se cruza la posibilidad de verlo:

Grata sorpresa: con las dos líneas tan diferentes del nuevo teatro argentino que marcan Romina Paula y Mariano Pensotti, increíblemente me fliparon ambas!!
Reconciliación:  con Àlex Rigola viendo como puede bordar un cuento de Bolaño (nueva ruptura luego de ver su Migranland, c'est la vie!)
Pasión: por los inhumanos pies de Eva la Yerbabuena y sus 3 tenores alla flamenca.
Entrega absoluta: escuchando y contemplando los artilugios del Bestiari de los CaboSanRoque (quiero un árbol que da pájaros mientras hace música, por favooooor!!!)
Fascinación:  por el montaje de paciencia nipona de Jordi Galí (http://www.apuntsdetemporada.cat/2013/11/27/post/).
Sin palabras: ante la conjunción plástica del cuerpo de Laly Ayguadé y una coreagrafia exquisita tanto en fondo como en forma de Marcos Morau.
....................fiuu!

La semana continuó, porque el festival está en la recta final pero es como un tractorcito que no para. Y a la aglomeración programadora le siguió una de las obras que más esperaba, el Orlando.
Dirigido por Guy Cassiers, un belga flamenco del que me enamoré el año pasado después de ver su versión de El Corazón de las Tinieblas de Conrad, y adaptado y actuado solo por una actriz, Katelijne Damen.
Partiendo de la base de que adaptar obras literarias de esta envergadura me parece ya un trabajo arduo,  y añadiéndole el hecho de que es en neerlandés subtitulado, podría pensarse a priori que es un bodrio (que es lo que pensaba yo el año pasado antes de decidirme a ver el Conrad).
Pues les aseguro ¡¡que no!! No sé qué poderes sobrehumanos tiene estos belgas pero fue increíble!!! La actriz era como una abuelita contando un cuento fascinante frente al fuego, un día de frío, en que no querés ni mover la cabeza para no perderte un gesto. Ha pasado directamente a ser mi particular number 1 de esta edición del festival.
También hubo decepciones, para qué negarlo, no todo es fabuloso en el Temporada Alta.. 
Un megafamosísimo Ostermeier donde bostecé bastante (aunque suene a herejía, es la verdad). 
Un Migranland que me ha generado más allá de grandes dudas éticas la sorpresa de que todavía estemos en el punto en que necesitamos que un negrito nos explique cara a cara que vino en patera para que nos creamos que es verdad, que hay realidades que son una mierda y nosotros no hacemos nada por mejorarlas...

Pero bueno, de todo se aprovecha (sobretodo digo esto ahora después de haber descansado dos días enteros! jaja). No queda ná casi, el domingo se estrena la última obra, y aunque tengo ganas de disfrutar del dolce far niente sé que extrañaré.. 
¡Maldito inconformismo!!

pd: todavia me pregunto que habrá pasado ¿hubo una rebelión cucarachesca y se comieron a sus criadores como una venganza planeada por generaciones, un 20-N??





1 comentario:

  1. No puedo pasar esta lectura sin dejar un comentario, gracias a Luz y su inagotable generosidad, pude disfrutar del Orlando, la sensación al salir de la sala fue, directamente, la de sentirme apabullado. Creo que una obra como esta, que en su formato de relato ya es compleja, por la cantidad de ideas sobre temas tan difíciles como lo femenino, el sexo ambivalente y lo complicado de cualquier relación entre las personas, se convierte en una performance imposible cuando se lleva la teatro, con una sola actriz, que sin en el mínimo descanso en su actuación es capaz de hacernos leer los subtítulos para entender lo que tan bien está diciendo, pero muy rápido para no perder ninguno de sus gestos y al mismo tiempo ser ella misma la tramoyista que cambia el escenario.
    Todo en un montaje visual absolutamente perfecto para comunicar los cambios de ese personaje, primero hombre y después mujer siendo siempre él mismo.
    Cuando ver teatro es gozar así, vale la pena viajar de noche a Salt.

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