domingo, 13 de julio de 2014

Piccole vacanze italiane

 
Ciudad, pero antes República.
Terrenal, pero por siempre más acuática.
Mezcla de cultureta de Biennale y macarra gondolera. 
Vendida al turismo, pero todavía impregnada de una soberbia elegante, toda ella, Venezia.

La había visitado hacía más de 10 años pero mi cabeza demuestra una vez más que pierde memorias por todos los costados, y sinceramente lo único que recordaba vagamente era la ondulación del suelo de la Basílica de San Marcos.
La semana pasada, alentada por futuros ingresos de un trabajo veraniego, me decidí a darme el capricho de volver con la excusa de ver a nuestro queridísimo Paolo Conte en directo, en un concierto en su tierra.
El azar nos puso sobre la mesa el complemento perfecto: mi sorella italiana estaba el finde en su pueblo por el cumple de su padre.  Así que viendo que los astros se conjugaban en nuestro favor, ahí nos fuimos con mi amiga Soni, vuelos low cost mediante.
Como guía de cabecera llevábamos "La Venezia Secreta de Corto Maltés".  Y es que ¿quién mejor que un personaje de cómic para guiarnos por esa ciudad tan irreal??

 Nuestro guía, con su pose chulesca en la vitrina de una librería

El tiempo era escaso, solo dos días y medio porque los otros los pasaríamos con Pao en Lombardía. Pero aun así nos decantamos por saltarnos los itinerarios preestablecidos y el primer día lo dedicamos a callejear.
Y es que ¡qué placer perderse en Venezia! Ir descubriendo  patios y patiecitos, plazas y plazuelas con sus respectivos pozos, puentes de múltiples formas y materiales, páteras con motivos medievales escondidas entre fachadas semiderruidas, iglesias en abnegada lucha contra los espacios vacíos o entregadas ardientemente al mármol, callejones que desembocaban en canales, canales con gente de los más curiosa surcándolos, y  por supuesto... ¡muchos turistas!!
Pero contra lo que pensaba, no era muy difícil evitar a nuestros congéneres:  con obviar las indicaciones de los cartelitos "A Rialto" o "A San Marco" era suficiente. La marea humana foránea parece que consideraba todo el resto prescindible, que vista la Plaza San Marcos y hechas la fotos en el Puente de Rialto, ya estaba validada la visita. Boh!

Escudriñando rincones varios..

 Una frutería acuática, total!
 Patios, ventanas, palazzos abiertos al público .. y las guiris haciendo sus fotos, of course!



 Uno de los pocos puentes que quedan sin balaustrada, cerca de la Fondamenta de San Felice
 Canal con signore con Panza included.
 La puerta más chueca que vimos hasta el momento.. 
Más abajo, carteles con nombres que siempre me hacen pensar como ser reiría mi prima Caro

 Detalle de los agarradores de las contraventanas de un palazzo
Abajo páteras rarunas

Cronos o el "hombre selvático"

Pero no solo hay turistas en Venezia ¡por suerte también quedan venecianos!!
El primero con el que tuvimos el placer de interactuar fue un zapatero con un garito minúsculo cerca de la Universitá Ca' Foscari. Mirábamos una pátera frente a su local y nos explicó que era moderna y que según el dueño simbolizaba "come i suoi figli bebono il suo sangue". Juas!!
El segundo fue Franco, dueño (suponemos) del bar de nuestro barrio, su charla alrededor de la pregunta "ma, voi sapete chè cosa è una selfie?" era digna de una peli de Fellini. El bareto tenía absolutamente cero glamour turístico, pero sí unos vinos de la casa riquísimos y unas tapas nunca vistas (la polaroid del medio huevo duro cortado con machete y servido con su cáscara a modo de plato con un poco de pimienta y aceite espero no perderla!!)
El más rocambolesco probablemente fue un "stampatore": Gianni Basso, que se dedicaba a hacer tarjetas de manera artesanal para la jet set (ahora preparaba un envío al Príncipe Harry y otro para la productora de Ben Affleck ¿?)
No tenía mail, los pedidos los recibía por carta porque según nos dijo "senza computer, non ho problemi!!
Habiendo aclarado lo obvio de nuestra no pertenencia a la jetset, nos halagó como buen itálico diciendo "ma vuoi siete più simpatiche!"

 Nuestro primer spritz (luego supimos que era austríaco y el Aperol una afegit posterior, pero estaba bueno igual!)





 Gondoliere al canto!! El momento de empujarse con la pata en la pared era lo mejor!



Y así perdiéndonos y encontrando curiosidades nos pateamos los barrios de Santa Croce, San Polo y Dorsoduro. Se nos hizo la noche y tiramos para el concierto. Originalmente Conte iba a tocar en el Patio del Palazzo Ducale, cosa que hubiera sido impresionante. Pero dos días antes la sede se había cambiado al mítico teatro de La Fenice, el Liceu de Venezia, que tampoco estaba mal evidentemente.. (luego me enteré que se trasladó porque no les concedieron los permisos.. ¡mediterráneos forever!!!)
Sobre el concierto no me extenderé, me emocionó verlo ahí, sentir que su público italiano también lo quiere, que no es solo un producto for export peeeero... está viejito, está. Y reflexionar sobre cuándo o por qué un artista no se retira a tiempo daría para otro post.

 Detalles de nuestro debut en La Fenice, aspettiamo ritornare!!



El día 2, ya con guía y mapa en mano, escogimos un par de recorridos del Maltés para hacer. Todo sea dicho, habíamos elegido el doble, pero nuestro ritmo de visita era tropical, así que hubo que reducir..
Canareggio, la zona del antiguo guetto judío, nos enamoró de buena mañana. Siguen funcionando ahí escuelas hebraicas,  un museo del cual solo visitamos su tienda de souvenirs (la única con cosas que huían del mal gusto reinante en materia de merchandising!) y no sé si era por una cierta aura de nostalgia cabalística o por los aromas de las pastelerías kosher de los alrededores, pero ese barrio nos robó el corazón.
Aparte ahí cerca tomamos el mejor café del viaje, en una torrefactoría que funciona desde 1930 y a la que fuimos gracias a las reseñas de Corto Maltés. Sin contar que 0.80€ x un ristrettto en estas tierras era ¡cuasi un miracolo!!

En el Guetto Nuovo
 
 Campo dei Mori, e voilà, i Mori!



Arriba, placa de medidas míninas de pescados, donde se demuestra que los venecianos era más eco-sostenibles 3 siglos antes que ahorita!!


Y res, una estatua que no viene a cuento pero me encantó por su pudor al desnudo..



Por la tarde, después de un buen plato de pasta en un bareto obrero (spaghetti vongole, mamma mia que buono!) fuimos a la zona del Arsenal, las antiguas atarazanas o astilleros, en su época uno de los mayores de toda Europa.
En momentos de máxima actividad era como una ciudad dentro de la ciudad, con más de 5.000 trabajadores entre carpinteros, fundidores, herreros, fabricantes de velas, maestros de armas, mujeres que se encargaban del matenimiento y cuidados de las velas, niños que iban de aprendices.. Un hormiguero que llegó a producir dos naves por día (again, nuestra guía dixit y yo me lo creo!)
Hoy día, la mitad está en estado de abandono, y la otra mitad se usa para instalaciones de la Biennale aparte de ser la sede del Museo del Arsenal (al cual dado el carácter "exterior" de nuestra corta visita no entramos, pa' variar..)
Las vistas desde ahí a la isola de San Michele, el mar lamiendo la entrada a las islas al atardecer, qué decir.. una gozada.
De noche ya, volviendo a nuestro albergo, me quedo con la imagen del Campo San Polo, casi sin gente, con una iluminación rozando a montaje teatral.
O la de cruzar el ponte de l'Accademia y ver la chiesa de Santa Maria de la Salute al fondo, sumida en sus plegarias (que ahora imagino tal vez  irán más enfocadas a enviar una peste que elimine a todos los turistas y salve a la ciudad de hundirse? po`essere..)

 Desde el Ponte de l'Accademia, infestado también con esta moda de los candaditos. ¿Alguien puede explicarme cómo puede un candado simbolizar el amor????
 No me acuerdo ya dónde pero il campanile storto me encanta!!

Claustro con una muestra de pintura mechada de aves embalsamadas.. ¿arte moderno?


Llegando al Museo del Arsenale, pasión por los leones según vimos..


 El Pabellón de Catalonia!! Lo encontramos de casulidad, pero estaba già chiuso, peccato!
Abajo uno de los barrios más auténticos que vimos, San Pietro


Última mañana, y ¡¡ayyyy, qué penita tener que irse!! Todo lo que no habíamos llegado a hacer se había ido  acumulando utópicamente para esa mañana, hazaña que evidentemente se revelaba imposible de realizar.
Tocó decidir, y así hubo que relegar tristemente para una visita futura la isola de San Michele con sus tumbas de poetas, l'isola degli Armeni con sus convento y su mermelada de rosas que prometía ser deliciosa, los cementerios judíos de la Giudeca, la visita tranquila a las galerías de la Accademia, el paseo en bici por el Lido....pufff, tante cose.
Me reconcilié con todas esas renuncias por el hecho de visitar el mercado de pescado de Rialto, otra de las cosas que parece no ser exclusivamente para turistas. Horror solo al descubrir que venden las gambas sin cabeza, pero, ¿¿¿por qué, Madonna santa????  
"Non siamo abituati a mangiare la testa" me dice un pescadero al que interpelo, azorada. Qué raros los venecianos pienso, siempre con la frase de Ander en la mente "una cabeza sin  gamba vaaale, pero.. ¿una gambla sin cabeza??" En fin, costumbres bárbaras.

 Fondi di carciofi, listos pa cocinar!








Visitar la Basílica di San Marco, porque tan heréticas no podíamos ser de no entrar ni siquiera ahí, fue el principio del fin.
Hacer nuestra última "ombretta" (un vinito rápido) en un chiringo cercano al mercado, con paninis de bacalà mantecato y polpette de melanzane, al lado de una tienda de quesos en la que hubiera hecho bancarrota si hubiera puesto un pie dentro... nuestra despedida definitiva de la ancora sempre bella, Serenissima.


 Puede ser que el señor de arriba estuviera buscando esto?? Poverino..

 Otros de esos palazzos fabulosos, increíblemente abiertos al público de manera gratuita y sin ni un alma dentro..

 Una de mis favoritas: turismo vs vida real..
 Y por fin, piazza San Marco!!



Aspetto a presto, Serenissima!

Luego ya cambiamos de tanto. Recorrimos el norte con il Trenitalia que nos depositó en una Milano gris, solo para recordarnos con más ansia il sole veneziano.. Tomamos la conexión por los pelos, y llegamos a Gallarate donde Pao nos esperaba. 
Acá ya estaba lloviendo y parecía otoño, pero el calor venía por otros lados.  La familia Borghesi a pleno nos recibió como siempre con los brazos abiertos y más que un pan abajo del brazo.
Y es que ¿qué decir de esta familia tan ítalo-argentina? Para mi es como el ideal de las familias de antaño, solidarias, cariñosas, con esa tendencia a sobrealimentar a todo el que caiga bajo su techo, hablando a gritos y todos a la vez, con niños, perros y gatos, todos juntos. Lo que en la Argentina inmigrante se entendía por el concepto básico de famiglia unita.
Pero no solo comimos y charlamos: Pao nos llevó a hacer 2 visitas de talante bien diverso:
La primera naturalística, al Lago Maggiore, descubriéndonos el fabuloso Jardín Botánico de la Isola Madre  y la picola Isola dei Pescatori.
La segunda más popular, a cenar salamella con vino en la Festa degli Alpini, en Castrono. La imagen de los viejitos bailando "mueve la colita" también espero retenerla!! jaja

 Lago Maggiore

 Arriba haciéndome la interesante.. Abajo directamente posando todas en la Isola dei Pescatori


 El árbol mítico del parque, con sus muletas de salvación tras una tormenta brutal de hace unos años..
 Momento ágape italo-argentino: parte de las viandas.. 

 Hombres preparando un asado: do not disturb!






Y ya, finito, no more fotos de la comilona. Más que nada porque Sòni que era la que llevaba la cámara se debe haber puesto a comer, actividad a la que yo seguramente llevaba ya dedicada en cuerpo y alma hacía rato!!
Y eso, que 5 días pasan volando, ma che bella è l'Italia!!!!



martes, 10 de junio de 2014

¡Mi reino por una camiseta! (pero como mínimo que sea Lacoste..)

¿Se viene el Apocalipsis, se viene? ¿Ha revivido el Barça de sus cenizas cual ave fénix? ¿Catalunya es independent, finalment??
No gente. Es el REC 09: un outlet de ropa de marca que se hace en Igualada dos veces por año.
Y donde he alucinado pepinos al por mayor..

Y es que una es muy versátil, no sé si lo saben. Un día estoy acreditando y coordinando transfers de las bandas del Primavera Sound y al otro vendiendo camisetas de Loreak Mendian. Es lo que se lleva, los que no lo hacen es porque no está en lo más "in" del mercado laboral (in the precarieté, jeje).

Igualada es una ciudad interior de Catalunya, antaño cuna de una bien nutrida industria textil. Separada de Barcelona por una lenta hora y media en tren u hora escasa en bus express. En coche no sé, soy orgullosa portadora de carnet como todos saben pero todavía no ejerzo, I'm slow, you know!
Hace algunos años, a algún espabilado se le ocurrió la brillante idea de utilizar parte de las naves abandonadas de las antiguas fábricas igualadinas para hacer un mercado de ropa. Pero no de cualquier ropa, no. Ropa "de marca": diseñadores de moda + tiendas fashion de varios lugares, vendiendo a precios bajos el producto de temporadas pasadas.
Y ahí me planto yo por azares varios, con la calma de haber superado un festival nuevo y pensando ingenuamente que eso de vender ropa sería pan comido en comparación. Y no es que fuera difícil, no, pero es que me he quedado azorada ante el descubrimiento de un especímen nuevo para mi: el homo comsumidoris compulsivus.

Vale que yo soy poco consumidora de ropa en general y no había pisado un primer día de rebajas en mi vida. Pero vamos, que esto es un mercado en Igualada (¡donde el diablo perdió el poncho!) que empezaba un miércoles laborable.. ¿Podía yo prever la avalancha que íbamos a tener? No amigos, no. 
De hecho ni siquiera las vascas responsables de la marca lo pensaban y fliparon más que yo cuando llegó la hora de plegar en la primera jornada y vimos que no habíamos tenido tiempo ninguno de los 5 que currábamos ni para ir a mear!!
Y no es que hubiera que atender a la gente, porque ahí todo iba a saco. La ropa estaba en cajas donde las masas se tiraban literamente dentro a rebuscar. Nuestro mayor curro consistía entonces en mantener mínimanente el orden, que no se mezclaran las cosas, recoger todo lo que la gente dejaba tirado en el suelo, arriba de las perchas, hecho un amasijo por los lugares más remotos.. Y es que el público estaba como poseído como por un afán devorador de encontrar algo, un diamante en bruto, el billete ganador de la lotería, el último Iphone, no sé.. Pero en aras de esa búsqueda desesperada desparramaba todo con una saña visceral casi.

Los días subsiguientes, ya aclimatadas, lo gestionamos mejor. Pero aún así yo no lograba sobreponerme a imágenes de mujeres codeándose para agarrar un vestido, hombres preguntándome desesperados si no quedaba una camisa en talle M con cara de "no me digas que no, no sé si podré soportarlo..", gente llevándose cosas que ostentosamente no eran de su talla pero daba igual. Porque una de las preguntas estrella era ¿y esto cuánto valía originalmente??? Eso parecía ser lo más importante: daba igual la calidad, el origen de la producción.  Compra compulsiva pura y dura, vista por vez primera en directo.
Y es que, no nos engañemos, acá la gente viene a por el loguito: la florecita, el cocodrilito, la S al revés. No importaba si era necesario, si ya tenían 2 de otros colores, lo único que importaba era el placer supremo de ir juntando bolsas y más bolsas: un vestido del Desigual, las sandalias Birkenstock, el polo de Lacoste, algo de David Valls, los tejanos Levi's, suma y sigue.
¿Adicción a trapos que te posicionan en un lugar determinado de la escala social? ¿Válvula de escape de una crisis inacabable? No sé, no logro clasificar lo que vi. Me niego a creer que estemos tan tarados para considerar que el nombrecito cosido a una tela puede aportar tanto..

Cuando llegó el sábado, último y temido día, el clímax fue absoluto. Saliendo de la tienda, a las 16h, la primera imagen que se me vino a la cabeza era la de esas pelis de la edad media, donde en algún momento llega una horda de bárbaros que arrasan con un poblado: queman, violan, saquean.. y cuando ya se fueron, todo está destruído, un chico llora y un humito triste completa la escena de la desolación absoluta.

Loreak llegó con 13 palets y se volvió a ir con 7. Cumpliendo las previsiones del estudio de mercado de vender el 50% del material que traían.
Yo en los largos viajes de ida y vuelta devoré una novela de 700 páginas y empecé otra.

Y que conste, terminé comprándome un jersey y una chaqueta. Es lo que hay, todos caemos.
La pregunta es ¿hasta cuándo?

lunes, 19 de mayo de 2014

Observaciones entomológicas de una tribu urbana

Estos días me resonaba en la cabeza un poema de González Tuñón, en su versión musicada por el Tata Cedrón que empieza diciendo: "los ladrones usan gorra gris, bufanda oscura y camiseta a rayas. Y sino, no".
Sigue luego una extensa descripción de lo que eran los ladrones de los años veinte en una Buenos Aires en continuo crecimiento y mutación, gentes con sus códigos bien delimitados, seres nostálgicos y despiadados a la vez. Una visión poética y genérica, sin duda, pero seguramente con un sustrato real.
Basada en lo que hacemos muchos sin pensar siquiera: agrupar y etiquetar gentes, asignar características que los definen como parte de un grupo concreto.

¿Y a qué viene esto? Pues a que estos últimos días estuve currando en un festival de diseño gráfico, artes visuales y algo que denominan como "cultura post-digital". Festival que, según descubrí, era un punto álgido de encuentro del grupo humano encuadrado en la categoría de los "modernos"
No sé en la Buenos Aires actual cómo serán, pero en Barcelona son una tribu fácil de identificar a nivel estético.  Empezando por abajo tenemos 3 líneas claras:
-los que van con las Nike más last generation
-los de Converse desteñidas
-los de zapatos de rejilla que a mi me recuerdan a los de tíos viejos de pueblo (línea vintage - ¡¡muy pro!!)
Subiendo tocaban pantalones super ajustados o arremangaditos por arriba de los tobillos o bermudas (normalmente combinadas con  los zapatos de viejuno) para los chicos. A las chicas les quedan las faldas extremistas (largas tipo Morticia Adams o que empiezan justito abajo de las tetas), los leggins o los enteritos de esos tipo de obrero. Conclusión: nenas, esto de marcar cintura está definitivamente out.
Luego si o si una camiseta super auténtica con frases inteligentísimas o diseños chachis; rayas, camisas leñadoras o de estampados estrambóticos también son bien aceptados. 
Sombreritos, gafas de pasta y muuuuchas barbas (cuando no bigotes con puntita engominadas a lo Dalí) completaban el cuadro. 
Ah no!! Falta el complemento que creo era casi  ab-so-lu-ta-men-te inseparable de todos los participantes: el último Iphone que exista en el mercado (y/o IPad, MacBook, o cualquier otro dispositivo made by Apple -aunque con una etiqueta fashion complementando la consabida manzanita, porque, como se sabe ¡¡somos todos taaaan  originales!!!)

Que mala soy, estarán pensando.. Yo también tengo mi tribu hippy-eco-gourmand ¡y soy bien conciente!!
Pero lo cierto es que no estoy haciendo ninguna valoración a nivel humano, la gente ¡por suerte! nos sorprende más allá de seguir líneas definidas de atuendos y complementos. 
Pero sabrán comprender, en 12hs o 14hs que estaba por día ahí mi único placer mental era observarlos, como sapo de otro pozo que soy. Porque claro ¡¡yo es que tengo un Nokia!!! 
Imagínense, yo creo que alguien podría haberse hasta desvanecido viendo que mi dispositivo tenía dos años de antigüedad.. (aunque si lo guardo estoy segura que dentro de dos años puede que vuelva a ser pro llevar un móvil con teclas ¿no?). 

Pero la cosa no se acababa ahí. Porque la estética también tenía su correlativo en el sector alimentario.
Y en ese ámbito, sepan ustedes que los modernos o comen sushi o comen sano; y sino, no. Y de líquido: cerveza Moritz, porque de algún sponsor hay que morir... 

A nivel contenido de las charlas poco puedo decir. Entraba y salía de la sala mil veces por día, así que intentar sacar una conclusión juntando retazos de imágenes que iban desde ilustraciones naif hasta sesiones de fotos de un señor decorado con lonchas de mortadela o un dark Vader posando como Jesús hecho con trozitos de papel,  es un poco difícil.
Pero lo que si me llamó muchísimo la atención es la naturalidad con la que todos ahí son artistas (no sé si poner la A mayúscula o no..)
Se autodenominan artistas / productores de obras de arte, y lo dicen con una humildad que brilla por su ausencia. 
¿Será que yo soy tan obsoleta que me da respeto usar así a la ligera la palabra ARTE??
Debe ser.
 
Los Ladrones - audio

viernes, 2 de mayo de 2014

Más cerca de anarquismo que nunca

sin Dios, sin patrón y sin marido
pero....
¡¡con carnet de conducir!!!
Para los incrédulos de mis habilidades psicomotrices, ha llegado la prueba irrefutable:
(bue, irrefutable de que soy una más de los quichicientos mil posibles asesinos al volante..)
Que tiemble Catalunya!!!!

jueves, 24 de abril de 2014

Back from paradise?: sobre la inversión cultural en Francia vs la triste realidad ibérica


Recién llegada de mi particular tour de France sigo pensando en lo curioso de las derivas de dos países tan cercanos.
Montpellier está a a escasas 2 horas y 20 en AVE de Girona, a 340 kms de BCN si vamos en coche, pero ¿ a cuántos millones de años luz de la política cultural española?? No lo sé. .. ¡pero muchos, sin duda!!

Retrocedo una semana y los pongo en antecedentes: el lunes pasado me fui a Montpellier a currar como voluntaria en un encuentro de programadores de una asociación internacional de artes escénicas contemporáneas (IETM), que se enganchaba con un festival de una noche, la ZAT, que era realmente lo que me interesaba ver.
El objetivo global era hacer contactos y ver un poco qué se cocía en el mundo de la cultura francés para un posible exilio estacional dada la realidad laboral española actual. 
Montpellier a priori (y a posterior también) me parecía una ciudad agradable para vivir y de una medida más que aceptable teniendo en cuenta a lo que me he acostumbrado ahora (Girona = 100.000 habitantes).Y el queso francés, ya se sabe ¡me tiene subyugada!!

algo del street art de la ville..



Así que me planté en el Hotel de Ville (ayuntamiento franchute) donde mi contacto trabaja.
Ya nomás el edificio, nuevecito, diseñado por Jean Nouvel y "ecológico" según dicen, impresiona. Pero más allá de la cáscara, la cosa se pone interesante cuando te empiezan a presentar a la gente del área de Cultura: el equipo de la feria del libro, el equipo que lleva artes visuales, el equipo del festival de cine, la zona ZAT.. ¿cuánta gente trabajaba ahí en total? No lo sé, pero había actividades absolutamente a lo largo de todo el año. Si sobraban o faltaban personas no tengo idea, parecían muy ocupados todos, eso si.
Y tengan en cuenta que eso es SOLO lo que se gestiona desde el ayuntamiento, que luego están los Centros Dramáticos que se llevan desde el Ministerio, parte de los museos que son gestionados por la "Agglomération" (algo así como la institución que lleva el conjunto de la ciudades de la periferia), los grandes festivales como el Montpellier Danse que los llevan otras asociaciones específicas.
En fin, muuuucha infraestructura para las actividades culturales pagadas por el estado de la Liberté, Egalité et Fraternité...

2 tops de la modernité montpellerenca: el Hotel de Ville y el tram que mi madre adora, diseñado por Christian Lacroix








De hecho, el congreso este al que iba era un ejemplo más. Porque no es que la IETM elija una ciudad al azar para realizar sus sesiones plenarias, nooooo. Las ciudades que quieran acojerlo tienen que postularse, proponiendo un suculento budget de apoyo para gestionar el evento. Again: looooots of money.

Sede del IETM: la Panacée


Aceite de rosas para promocionar Sofia, la próxima sede del IETM..


Pero bue, me centro en la ZAT que ¿por qué me parecía tan interesante?
De entrada el planteo no tiene nada que ver con los festis en los que yo trabajé, y es que en realidad no es un festival propiamente dicho.
ZAT quiere decir "Zone artistique temporaire" y la coletilla es "pour explorer l'imaginaire urbaine". En la práctica: un encuentro cuyo objetivo principal es descubrir diversos espacios de la ciudad, convirtiéndolos en aparador y lugar de intercambio de experiencias culturales.
Su director artístico, Pascal LeBrun-Cordier, un coquito -aparte de super agradable- profe de la Sorbona y director de un Máster de Proyectos Culturales en Espacios Públicos,  lo primero que hace es salir a patearse la city para decidir qué barrio elegir. 
Ya llevan 8 ediciones, se hacen 2 por año -una en primavera y otra en otoño- y la duración como proyecto también es temporal, del 2010 al 2020.
Una vez elegido el contexto, se programa entonces el contenido cultural, siempre en función al marco.
En esta edición se innovaba porque era la primera vez que se decidía hacer una ZAT nocturna, empezando a las 20h y acabando a las 7 de la matina. El lugar elegido era un parque en el barrio de Malbosc, un barrio nuevo de las afueras, con un inmenso pulmón verde con huertas urbanas incluidas.
El leit motiv de la programación fue entonces "nature, nocturne, sous les etoiles et a peu du feu".  ¿Se entiende más por qué me molaba, no?? jeje

Pascal presentando la ZAT 
Abajo el área de picnic, taaaaan francés!!




Empezando a encender la iluminación nocturna

Los grandes actores elegidos fueron la cia Carabosse, especializada en instalaciones con fuego que uno se iba encontrando en las diferentes áreas ("praires") del parque: flores de hierro que se abrían y cerraban, equilibristas, corredores, pageses regando sus huertitas, todos en hierro y con su debido toque fueguil. 
La más poética para mi era la "Prairie de Marcels". Incautos los que piensen como yo que que Marcel era un señor! Pues no. Es la típica camiseta sin mangas blanca, interior, de agüelo pa entendernos.
Cantidad de "marcels" decoraban un prado, colgadas de perchas y con un fuego en el interior, que les daba un toque surrealista-cotidiano hermoso! Mis fotos, por cierto, no les hacen justicia..

Algo de los Carabosse, iba sin trípode como se puede apreciar..






Luego había el "Praire des sons", con tumbonas y auriculares donde pasaban postales sonoras de la cuales no entendías ni jota (era un viaje al mundo inuit) pero no importaba, porque sonaba todo tan absolutamente real que tuve que darme vuelta varias veces para chequear que realmente el sonido no venía de afuera!! Estaba grabado con noséqué sistema last generation 3D que parecía que los tenías ahí nomás.
Luego había zonas donde se contaban cuentos; el área de huertos cooperativos donde la gente que los gestionaba hacía visitas y charlas; una zona de astronomía,  aparte del típico escenario grande con conciertos y actuaciones diversas. 
Grata sorpresa fue ver programado a un catalán que conocía del Temporada Alta, Jordi Galí, con su espectáculo "Cielo", entre cuerdas y troncos de pino. Muy a tono con la temática, claro.

 La expo "La nuit, tous les chats sont gris?" Felinos escondidos en los lugares más inesperados!




 Jordi Galí y sus cielo particular..


 Los más marcianos: François Chaignaud et Jerôme Marin, "sous l'ombrelle"
Más allá de la programación en si, la organización impecable: un equipo técnico y de producción de 80 personas (2 turnos de 40, claro, duraba toda la noche y no podían hacerlos currar 24 horas!!), con bicis para ir de un lugar a otro; informadores en cada espacio (2 x área, no voluntarios sino funcionarios que cobraban sus debidas horas extras), espacios de acogida de programadores, transporte público extra funcionando toda la noche, área de cátering gestionada por diferentes asociaciones del barrio (se abría un concurso desde el ayuntamiento y les puedo asegurar que las mujeres magrebíes que vendían samosas humeantes dudo que hayan "untado" a ningún político para ganarse un stand.. ). En fin, another world.

Y todo esto: de gratis. En una ciudad de 450.000 habitantes...
Inclusión social, propuestas para diferentes targets, cultura al alcance de todos ... ¿Igualito que acá, no??

La pregunta es ¿llegará a durar hasta el 2020 teniendo en cuenta el viraje a la derecha del gobierno francés y la política de austeridad europea? No lo sé pero de momento .... ¡¡ qué aprovechen!!! 

Yo por mi parte, gracias a mi irrebatible incoherencia y aún contra la aplastante goleada del mundo cultural franchute, he vuelto decidida a quedarme acá, en Girona, donde me siento cada vez más en mi casa.
No tendremos los presupuestos galos pero en el Mercat del Lleó hay una fromagerie de qualité así que de momento, visc..a Girona!!